Jornada Medieval en María de Huerva 2013

Medievales de María de Huerva. O Cómo el Cristo Calatravo hace un milagro.

El fin de semana del 8 y 9 de Junio, nos trasladamos a la cercana villa de María de Huerva, invitados por los organizadores del evento medieval, el grupo Feudorum Domini. Con los amigos de Feudorum habíamos coincidido en Anento el verano anterior, donde compartimos campamento, viandas, charlas y muchas risas con el pavo real.

El viernes por la tarde nos desplazamos a la villa para montar el campamento, junto al resto de grupos, algunos ya conocidos como Calatravos de Alcañiz, Axil y señora o Arcoflis, y otros que conocimos en ese momento, como ACHA, Milicia Concejil de la Rioja, y gentes de la escuela de esgrima de Zaragoza. Ya montado el campamento cenamos tranquilamente en una posada cercana un buen entrepan y mucha biera freda.

Como estábamos sólo a 15 km de casa, esa noche pernoctamos en nuestras camas. El sábado de mañanas llegamos a primera hora toda la Compañía, tras los saludos pertinentes y cambiarnos de ropa, utensilios, etc, entramos una vez más en el siglo XIII. Cabe destacar y agradecer el montaje de campamento organizado por las gentes de Feudorum, todos los toldos juntos, las mesas y mobiliario para las comidas para que todos los grupos presentes se sienten y compartan las viandas y las charlas. No nos había llegado aún el toldo encargado, y el manolo caía bien fuerte, pronóstico de lo que habría de pasar, (ya decía mi abuela, el sol pica, habrá tronada) así que compartimos el toldo con los amigos de la Rioja que amablemente nos acogieron en su sombra, y con quienes aprendimos un montón e hicimos muy buena pacha.

Y ya comenzaba el desfile, en una organización no por grupos, sino por roles dentro del Medievo, señores, mercenarios etc.

Ya se había pactado una breve representación teatral, donde el compañero Chesus, fué encandilado por los encantos de unas mujeres de “buena vida” que durante el desfile intentaron atraer a los hombres a rincones oscuros. Total que al presentarnos ante el señor de Foces, pues que nos falta uno y mirate que aparece con los calzones bajos y perseguidos por dos de estas “señoras”, así que fue reprendido enérgicamente por el sargento de la tropa, bueno, no demasiado, que el señor de Foces con su magnanimidad (me pa que comprendía, digamos, la situación……????), lo perdonó. Como siempre Chesus increíble en sus interpretaciones, si es que este chico tendría que haber sido actor.

Tras el desfile nos dirigimos al campamento para darnos algún refrigerio, y comer. Seguía picando el sol, y mucho. Por la tarde se iban a realizar un montón de actividades: Tiro con arco, exposición de armas, hacer caballeros a niños, etc. etc. pero menuda tromba de agua cayó, la tónica general esta primavera y verano, eventos pasados por agua. Aunque tras la tormenta se pudo continuar con alguna actividad, las nubes negras que se veían en lontananza ya aseguraban que pronto volvería a llover. Y así fue, y mucho, así que tuvimos que cenar todos arrejuntadicos en el local donde se cocinaba, y anular o retrasar actividades.

Llovió toda la noche, suerte que la compañía al estar tan cerca de Zaragoza, pernoctó en sus casas. El día salió nublo, algo más fresco, húmedo, al llegar al campamento en María de Huerva nos encontramos una escena desagradable, las tiendas mojadas, charcos enormes, los compañeros del resto de grupos, muchos de ellos ya vestidos del XXI comenzando a desmontar, muebles, enseres mojados…

Feudorum con la Asociación Cultural del lugar, decidió anular las actividades del domingo, el tiempo amenazaba más lluvia durante todo el día. Se planteó recoger enseres, muebles, y que las tiendas, salvo la de los grupos más lejanos, se desmontarían el lunes por la tarde. Y fijate que cuando los compas calatravos desmontaban su pabellón, se encontró algo que nos hizo pensar: El Milagro de María de Huerva. Durante el campamento los fraires habían tenido en un pequeño altar, un Cristo, por cierto precioso, y al recogerlo todo, nos dimos cuenta que el único trozo de suelo que estaba seco totalmente, era el que había estado debajo de él.

¡MILAGROOOOOOOOOOOOOOOOOOO!, ¡MILAGROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

Otra vez un evento mojado, y bien mojado, pero nos quedamos con lo que aprendemos, con lo que compartimos, con la solidaridad, compañerismo, amistad que cada vez encontramos entre las gentes que hacen Recreación Histórica. La comida estupenda, la organización por parte de Feudorum, impecable.

Mil gracias por hacernos partícipes de este estupendo evento, que esperemos que el año que viene, sea un poco menos húmedo.

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